Uno de los motivos externos de insatisfacción personal más destacados son las redes sociales, donde se filtran, manipulan fotografías y se señalan los “highlights” de las personas y se exhiben y retratan los momentos más felices de sus vidas. ¿Por qué? Estas imágenes promueven un ideal de belleza que con frecuencia es poco realista y está fuera de contacto con la realidad. Como resultado, todos los que lo ven y no viven de esa manera se angustian.

Otro aspecto de las redes sociales es su capacidad para ayudarnos a construir nuestra imagen, porque en la era de la hiperconexión debemos mantener no solo una imagen física cara a cara, sino también virtual en la que estamos mucho más expuestos que en el pasado. Particularmente cuando consideras que varias investigaciones han encontrado que el impacto de las redes sociales centrado en las apariencias aumentó la preocupación y la insatisfacción con la forma en que nos percibimos a nosotros mismos.

Ahora bien, ¿cuáles son las claves para que el uso de la red “obre a nuestro favor”? Para empezar, se recomienda utilizar las redes sociales con cuidado para desarrollar y mantener una relación sana con nuestra propia imagen, porque la insatisfacción corporal suele surgir cuando una persona se compara con las fotos que ve de sus compañeros. Un sentimiento de insatisfacción que impacta en nuestras emociones y bienestar. En este entorno surge el movimiento corporal de positividad, una corriente dedicada a la aceptación de todos los cuerpos, independientemente de su tamaño o forma.

Pero, exactamente, ¿qué implica tener una imagen corporal positiva?

No necesitas labios grandes, una nariz impecable, bíceps enormes o piernas largas para lucir bien. También es importante cómo te sientes acerca de tu apariencia, no cómo te ves desde el exterior. No estás en el camino correcto si te juzgas a ti mismo y te sientes incómodo contigo mismo.

Lo más importante que debe recordar es que su cuerpo es único y sus diversas características contribuyen a su sentido del estilo y la personalidad. Dicho de otro modo, cada persona es única. Está comprobado que tener una imagen corporal positiva significa ser capaz de aceptar, apreciar y respetar el propio cuerpo. Está relacionado con una mayor autoestima, lo que tiene un impacto positivo en muchas partes de la vida y conduce a la felicidad y el bienestar.

Física y psicológicamente, tener conductas saludables, mantener un estilo de vida equilibrado con actitudes y prácticas saludables vinculadas a la alimentación y el ejercicio nos ayuda a sentirnos mejor y ser más productivos.

Cuando se trata de peso, forma, tamaño y apariencia, no hay respuestas correctas o incorrectas. Un paso crítico en esta ruta es desafiar los estereotipos de belleza y aprender a aceptar la forma de tu cuerpo. Tenemos la capacidad de alterar la forma en que percibimos, sentimos y pensamos sobre nuestros cuerpos. En este proceso, es fundamental concentrarse en nuestras cualidades, habilidades y talentos positivos.